En estos últimos años surgieron varios estudios científicos que desmitifican la máxima popular de que el desayuno es la comida más importante del día. Nuestras abuelas lo tenían muy claro: un buen desayuno era la base fundamental para un niño sano y feliz. «Hay que comenzar el día con energía», decían y ¿qué mejor que un buen desayuno para hacerse del combustible necesario? Hoy la cosa tiene sus matices y parece ser que algunos gigantes de la industria han financiado durante años estudios que aseguran la importancia casi sagrada del desayuno para una alimentación saludable.
Call me old-fashioned pero creo fervientemente en el poder sanador, reparador y energético de un rico y abundante desayuno para hacerle frente la vida moderna. Y no hay estudio científico que pueda convencerme de lo contrario por mucho que investiguen, porcentajes que publiquen y terroríficos complots (urdidos por los villanos fabricantes del nocivo azúcar) que salgan a la luz pública. Lo mío es una cuestión de experiencia personal auténtica y subjetiva: amo con locura esa primera comida del día que me reconcilia con la vida. Por eso también me gusta desayunar fuera de casa, probar distintos cafés y degustar diferentes combinaciones.
Hace unos días desayuné en Crudo, República no Tradicional y aquí les muestro las fotos y les cuento qué me pareció:
El lugar
Entrar a Crudo es entrar en la atmósfera de un mercado europeo, un ambiente que podríamos encontrar en Barcelona, por ejemplo. Abajo, una nutrida tienda de delicatessen conforma el mercado propiamente dicho y arriba funciona el restaurante con cocina a la vista y una decoración minimalista donde una sola linea de mesas iluminadas por lámparas de diseño se llevan el protagonismo. El aire de mercado se acentúa con paredes revestidas de azulejos blancos y clásicos. Y la decoración se completa con un espejo que llega casi hasta el techo y refleja por completo el salón. La luz de la mañana que entra por el enorme ventanal que cubre los dos pisos de Crudo es simplemente hermosa y hace que el desayuno tenga el marco perfecto.
La comida
El desayuno más clásico de Crudo se llama De costumbre y consiste en una infusión, dos mediaslunas o criollitos y jugo del día. Las medialunas las sirvieron calentitas y eso es un gran acierto para destacar. El café con leche estaba delicioso pero la taza es algo pequeña, deja sabor a poco.
También probamos el desayuno Americano, un poco de allá y un poco de acá, explica la carta para hacer referencia a la fusión del desayuno americano tradicional con algunos elementos más típicos del desayuno local. Y creo que la combinación es perfecta: infusión, jugo del día, bruschettas de panes artesanales, panceta y huevo revuelto, ensalada de frutas, queso crema con semillas, jamón y queso. El pan es notable, el huevo abundante y la mermelada casera y el queso crema con semillas son excelentes detalles. La presentación sobre una tabla de madera es muy atractiva y todo sabe fresco y delicioso.
Crudo está abierto desde la mañana hasta la noche, es una propuesta gastronómica completa que incluye desayuno, brunch, almuerzo, merienda y cena. Además, brinda clases y workshops de cocina súper tentadores. El desayuno fue un éxito y nos quedamos con la idea de que en Crudo le rinden culto a eso de hacer las cosas bien. ¡Volveremos!
Te cuento Datos:
Dirección: Independencia 624, Nueva Córdoba
Teléfono: 0351 284-2673
Facebook: @CrudoRepúblicaNoTradicional
Web: http://crudorepublica.com.ar/
Instagram: @crudorepublica