Estamos en La Cumbre, en la increíble plantación de lavanda Domaine de Puberclair, a tan solo dos horas de Córdoba Capital. Estamos cerca pero nos sentimos muy lejos, el paisaje es encantador, las lavandas están en flor y el espectáculo es extraordinario. Caminando entre los cultivos uno se siente como si estuviera dentro de esas famosas fotos de la Provenza francesa, como si de golpe nos hubieran metido adentro de un cuento y esos leñosos arbustos lilas y azules fueran un arrebato caprichoso de un dibujante loco.
No exagero, después de un rato caminando libremente por la plantación hay que pellizcarse varias veces para comprender que no es un sueño. Porque cuando algo nos parece tan lindo, líndisimo, tendemos a creer que estamos soñando o muy lejos de casa. En este caso, ni lo uno ni lo otro, y Córdoba vuelve a sorprenderme con sus rincones, sus paisajes y sus propuestas.
Llegamos a la plantación por la mañana y si bien estaba cerrado al público hasta las cuatro de la tarde, tuvimos la suerte de encontrarnos con Hugo Cortes, su propietario, que tuvo la amabilidad de dejarnos entrar para recorrer sin apuros la plantación y luego nos contó, con muchísima paciencia y lujo de detalles, el enorme trabajo que allí realizan.
El nombre de la plantación es en honor a la finca francesa de donde trajeron una de las primeras lavandas, allá por 1980, cuando Hugo y su esposa, María Luisa Fraire, comenzaban el cultivo de aromáticas y la posterior extracción de sus esencias. Hugo nos habló del trabajo y dedicación que hizo falta para llevar adelante esta hermosa empresa. Hubo épocas muy difíciles y tormentas que dañaron promisorias cosechas, pero ellos siguieron siempre adelante con esa voluntad de hierro que caracteriza a ciertos hombres y mujeres que no se dan nunca por vencidos. Para el deleite de los visitantes, y la profunda satisfacción de sus propietarios, el resultado de tanto esfuerzo está a la vista.
Quienes llegan a la plantación tienen la posibilidad de pasear por los cultivos y conocer las distintas variedades, aprender a distinguir el aroma de la lavanda pura, que es más frutada y suave, de los aromas más intensos y salvajes de los lavandines o híbridos. Las plantas fueron traídas primero del INTA de Castelar, en Buenos Aires, y luego de Europa, Rusia y EEUU. Me sorprendió la enorme diferencia de aromas entre la lavanda y los lavandines, que se refleja también en la distinta intensidad de color en las flores.
En el laboratorio, ubicado frente a la plantación, se elaboran perfumes, cremas, aceites esenciales, lociones, bouquets y popurrís. En una pintoresca cabaña de troncos está ubicada la tienda donde se pueden comprar estos productos que han sido fabricados de manera artesanal. Lo cierto es que después de pasear por la plantación y ver la maravilla de la lavanda florecida es muy difícil no dejarse tentar por alguna de esas deliciosas fragancias.
Enero es un mes ideal para hacer la visita en familia. Se puede hacer como plan de un día, saliendo de Córdoba temprano para llegar a media mañana a La Cumbre, visitar la plantación y luego almorzar en alguno de los restaurantes de la zona que tienen propuestas gastronómicas muy interesantes, algunas de las cuales he visitado y voy a contarles en detalle muy pronto. Si tienen la suerte de haber elegido La Cumbre como destino para sus vacaciones no dejen pasar la oportunidad y visiten la plantación, ¡les va a encantar!
Te cuento Datos:
Domaine de Puberclair Cultivos-Destilerias-Esencias
Dirección: Córdoba y Ruta 38 – La Cumbre
La visita a la plantación es gratuita.
Horarios:
Temporada de verano (enero y febrero): de 9.30 a 13.00 y de 16.00 a 20.00 hs.
-Semana Santa: de 9.30 a 13.00 y de 14.30 a 18.30 hs.
-Vacaciones de invierno: 10.00 a 13.00 y de 14.30 a 18.30 hs.
-Baja temporada (marzo): de 15.30 a 19.30 hs.
-Abril: de 15.00 a 19.00 hs.
-Mayo a Agosto: de 14.30 a 19.00 hs.
-Septiembre: de 15.00 a 19.00 hs.
-Octubre: de 15:30 a 19:30 hs.
-Noviembre/Diciembre: 16 a 20 hs.
Tel.: (03548) 451639
Cel.: (03548) 15561176